Reparando sillas para cambiar el mundo

Reparando sillas para cambiar el mundo

Reparando sillas para cambiar el mundo. Maria Angélica Sánchez creó un emprendimiento social que bajo el modelo de economía circular, no solo recuperar muebles y alargarles la vida útil sino que gracias a su labor han d a colegios del mobiliario necesario para que niñas y niños puedan estudiar.

“Hemos dotado 8 colegios para niños que no tienen dónde escribir en el Amazonas , La Guajira, Guaviare y Casanare. Hemos logrado que 192 toneladas de plástico no lleguen a vertederos reutilizando cerca de 19.000 muebles ”, dice Maria Angélica Sánchez, creadora del empredimiento Recupera tu silla y con el que genera 17 empleos. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos nos cuenta cómo comenzó, de dónde salió la idea y cómo conseguir ejecutarla.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Tengo 32 años. Soy abogada, tengo estudios en derecho de los negocios, finanzas corporativas y una maestría en innovación social y economía solidaria en la Universidad de Salamanca.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Es un emprendimiento social que ofrece un servicio para alargar la vida útil de los muebles ahorrándoles hasta un 75% en gastos a las empresas. Renovamos las estructuras deterioradas con materiales de primera calidad para garantizar un uso mínimo de dos años. Esto nos permite generar oportunidades de empleo para personas vulnerables en nuestro país y muchas veces las empresas nos donan sus muebles, nosotros buscamos la manera de financiar la recuperación y dotamos colegios y hospitales de bajos recursos.

Nació porque yo trabajaba en el 2015 como abogada en una multinacional. Un día me dio un dolor de espalda y fui al médico y me dijo que era por causa de la silla. Pedí a recursos humanos que me la cambiaran. Me dijeron que no era posible y me mandaron a buscar una silla en la bodega. Cuando llegué vi un cementerio de muebles: sillas, pupitres, lockers, escritorios, cajoneros, en fin. Y mi papá tenía una fábrica de muebles desde hace como 26 años, entonces hice clic y lo primero que pensé fue: “Si esta gente arreglara todo esto, se ahorraría mucho dinero y le haríamos un bien al planeta”.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Ahí empezó todo. Renuncié convencida de mi idea y me fui a crear Recupera Tu Silla . Primero investigué 80 empresas, 20 de cada sector y me di cuenta la gran cantidad de muebles que a diario botan las empresas a la basura. Insistí mucho, llevé muchas muestras, persistí, hasta que un día el director del Hospital San Ignacio, el Dr. Julio Castellanos, de quien hoy me siento muy agradecida, creyó en mi y me invitó a una reunión en una asociación de directores de hospitales y clínicas. Muchos hospitales se interesaron y empezamos a vender.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Todo fue con las uñas, realmente empezamos en un garaje, sin nada. Mi capital eran unos 600 mil pesos que me quedaron de una liquidación de la empresa donde trabajaba. Primero nos contrataron para un mueble, luego fueron 2, luego 10 y luego 30 y así seguimos creciendo. Nuestro crecimiento ha sido orgánico y nos hemos apalancado en algunos créditos con bancos o premios que hemos ganado.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Hemos dotado 8 colegios para niños que no tienen dónde escribir en el Amazonas, La Guajira, Guaviare y Casanare. Hemos logrado que 192 toneladas de plástico no lleguen a vertederos reutilizando cerca de 19.000 muebles. Además de todas las emisiones de CO2 que evitamos mediante esta solución de economía circular.

6. ¿Soy feliz?

Demasiado, es una satisfacción enorme saber que tu trabajo puede ayudar a alguien ya hacer este mundo un poquito más justo.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

En algún punto si es para que la idea vuele, crezca y genere más impacto, claro que sí.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

No ha sido un camino fácil. Es un camino en subida, lleno de retos y dificultades. Pero llegas a un punto en que encuentras estabilidad y eso hace que tu atención en lo que haces bien y empiezas a crecer.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Aún no lo he cumplido, vamos por buen camino, pero aún me falta el 42% de las instituciones educativas rurales sin mobiliario en Colombia por dotar. Es un grano de arena para aportar al crecimiento de nuestro país.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Trabajar mucho, persistir, seguir sumando empresas, viene un rebranding completo de nuestra marca y vamos a lanzar en pocos meses nuestra línea de sillas escolares sostenibles fabricadas 100% con residuos plásticos.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Por supuesto, en cualquier lugar del mundo hay empresas, muebles dañados y personas que necesitan una oportunidad para aprender un oficio y transformar su vida. En el África 20 millones de niños no dónde escribir. Claro que podemos escalar nuestro impacto.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Claro que sí. Por supuesto, la estamos buscando. Conocidos o desconocidos eso es un tema de abogados (risas). Creo que ya estamos en un momento muy sólido para hacerlo.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Permitirle a alguien que demerite nuestro trabajo, que nos diga que no se puede, que me llamen soñadora. Ahora me llaman visionaria, hace unos años para muchos estaba loca. Creo que uno no puede permitirle a nadie que se interponga cuando uno tiene un sueño en el corazón.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Me inspiró Oscar Mendez, un colombiano que hace casas tipo lego con residuos plásticos para personas vulnerables. Reparando sillas Ahora vive en África y hace colegios para niños de bajos recursos. Me gustaría seguir a Johana Bahamon, también es una emprendedora social, serial y una mujer admirable. Ojalá algún día pueda impactar tanto como ella.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Muchas veces he querido tirar la toalla, pero el propósito nunca me ha dejado caer. He hecho muchos ensayos, prueba y error. Algunas cosas no funcionan y hay que seguir cambiando hasta llegar a lo que sí es. Pero nunca lo he visto como un fracaso porque cada “no” o cada problema me ha llevado a un “sí” oa encontrar una oportunidad.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayude en este camino de emprender?

Sí, nacimos en el Cesa, evolucionamos a VivaIdea, estuvimos en Emprende País de Bolivar Davivienda y ahora nos estamos integrando a Recon.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Por supuesto, nosotros medimos nuestro impacto y hemos detectado que cuando los niños tienen un colegio digno regresan a clase y dejan de raspar hojas de coca, por ejemplo. Los índices de escolaridad mejora, con que un solo niño regrese, se eduque y salga adelante, ya es trascender e impactar en nuevas generaciones.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Nos vemos replicando nuestro modelo de negocio Reparando sillas en muchos lugares del mundo. Ya hay varias ciudades de Latinoamérica que están interesadas en nuestro trabajo.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Mis papá fabricó muebles nuevos durante 30 años y mi mamá es la cabeza administrativa de la empresa. Mi hermano esta encargado de la comunicación mía y de la empresa. Somos un equipo muy fuerte y esto es una empresa social familiar. Mis amigos son mis mejores relacionistas públicos. Solo no llegas a ningún lado, el capital social es lo más importante.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Por supuesto, siempre lo he hecho. Me encanta ayudar e inspirar a otros a hacer algo bueno por el país ya entender que si cada colombiano se hace cargo de algo este país puede salir adelante.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Mi familia Reparando sillas, como se los comenté anteriormente, y 17 personas más que hacen parte de la operación.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Creo que la gente me reconoce como un líder con tenacidad y persistencia. Tengo una mezcla entre un gran corazón y una negociante que siempre piensa en los números y la rentabilidad. Siento que Dios me dio varios talentos y todos los he puesto al servicio de mi empresa. No sé si Reparando sillas eso me haga diferente a alguien, pero si creo que soy la mezcla de muchas experiencias, personas y culturas.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Que el mejor marketing Reparando sillas es hacer el bien. Que hoy somos emprendedores sociales, pero este es el futuro de la industria. Que todo lo que das de corazón vuelve multiplicado por 100, es la ley de la vida. Y que cuando crees en algo con toda tu alma y trabajas mucho no hay nada ni nadie que impida que se pueda hacer realidad.