Calgary posee el clima más inestable del mundo a lo largo del año.
En Calgary es natural que la temperatura descienda de los 16 Cº a los –2 Cº en sólo 6 horas.
Uno podría pensar que Calgary ha sido víctima de alguna clase de maldición, como esas nubes individuales que no dejan de descargar agua sobre la cabeza de un personaje de dibujos animados.
Pero lo cierto es que el clima excéntrico de Calgary es consecuencia de su especial situación geográfica.
Calgary está enclavado a sólo 80 kilómetros de las Montañas Rocosas y se halla a unos 1.000 metros por encima del nivel del mar, por lo que su clima está muy influido por la elevación de la ciudad y la proximidad al cordón montañoso. Sobre Calgary también sopla un extraño viento procedente del Océano Pacífico, el chinook.
Así pues, el clima de Calgary es tan cambiante y agresivo que recuerda al temperamento de un individuo con trastorno bipolar. Su récord de temperatura mínima fue registrada en 1893 (–45 Cº) y su récord de temperatura máxima en 1919 (36 Cº).
Para añadir más pirotecnia a Calgary, la ciudad se halla al borde del “corredor de granizo de Alberta”, con lo cual las granizadas pueden ser de órdago, capaces de destruir por completo el mobiliario urbano: la más cruenta ocurrió en septiembre de 1991 y se considera como una de las catástrofes naturales más destructoras de la historia de Canadá.